El reciente anteproyecto de Ley de Medicamentos y Productos Sanitarios ha generado un intenso debate entre el sector sanitario y la industria farmacéutica en España. Este nuevo marco normativo, que busca actualizar la regulación del uso de medicamentos y productos sanitarios, ha sido calificado por algunos actores del sector como un sistema «ciego e impredecible» que podría poner en riesgo tanto el abastecimiento de medicamentos como la viabilidad de las empresas farmacéuticas en el país.
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha defendido la propuesta argumentando que su objetivo es modernizar el ecosistema de medicamentos y adaptarlo a las necesidades del siglo XXI. La ley también pretende incorporar lecciones aprendidas durante la pandemia, asegurando la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, las patronales de la industria farmacéutica han expresado su rechazo a la ley, advirtiendo que el sistema de regulación de precios propuesto podría amenazar el tejido industrial farmacéutico en España.
### La Reacción de la Industria Farmacéutica
Las organizaciones representativas de la industria, como Farmaindustria y Aeseg, han manifestado su preocupación por el impacto que tendría la nueva regulación en el abastecimiento de medicamentos. Según un comunicado conjunto, el sistema de precios propuestos para los medicamentos fuera de patente podría generar una crisis de suministro. Juan Yermo, director general de Farmaindustria, ha señalado que el marco temporal de seis meses para la fijación de precios es insuficiente y genera incertidumbre en el sector.
El nuevo modelo de precios seleccionados implica que el medicamento con el precio más bajo de una agrupación de medicamentos debe suministrar al menos el 50% del mercado. Esto podría dejar fuera a proveedores que no se ajusten a esta horquilla de precios, lo que representa un riesgo significativo para las empresas que no puedan competir en este nuevo entorno. La falta de claridad sobre qué medicamentos serán seleccionados para cada periodo también ha sido criticada, ya que podría dar lugar a prácticas de dumping por parte de laboratorios que no garantizan la disponibilidad de sus productos.
Aeseg, la Asociación Española de Medicamentos Genéricos, ha calificado el sistema de precios como «ciego e impredecible», ya que no distingue entre marcas y genéricos, lo que podría llevar a una competencia desleal. La incertidumbre generada por este nuevo marco podría afectar la capacidad de las empresas para planificar su producción y distribución, lo que a su vez podría impactar la disponibilidad de medicamentos en el mercado.
### Consecuencias para las Farmacias y los Pacientes
Las farmacias también han expresado su preocupación por las implicaciones que la nueva ley podría tener en su funcionamiento. El Consejo General de Colegios de Farmacéuticos ha advertido que el sistema de selección de medicamentos podría resultar en un aumento de cierres de farmacias, pérdida de empleos y problemas de suministro. La obligación de sustituir medicamentos no seleccionados por los que sí lo son podría generar confusión entre los pacientes, especialmente aquellos que son vulnerables o polimedicados.
El nuevo modelo de selección de medicamentos, que se revisará cada seis meses, podría llevar a una reducción en la adherencia a los tratamientos, aumentando el riesgo de errores en la medicación. Los farmacéuticos han señalado que, aunque se les amplía la capacidad para sustituir medicamentos, esto no debería hacerse únicamente por razones económicas, sino por consideraciones sanitarias. La preocupación radica en que la constante sustitución de medicamentos podría afectar negativamente la salud de los pacientes, generando confusiones y complicaciones en su tratamiento.
A pesar de las críticas, el anteproyecto también incluye algunas medidas positivas, como el desarrollo profesional de los farmacéuticos, permitiéndoles actuar sobre medicamentos de primera prescripción en ciertas circunstancias. Sin embargo, el debate sobre la viabilidad y efectividad de la ley continúa, con la industria y las farmacias pidiendo una revisión más profunda y un diálogo más abierto con las autoridades sanitarias.
La fase de audiencia pública del proyecto normativo está en marcha, y se espera que en las próximas semanas se presenten alegaciones por parte de los diferentes actores involucrados. La situación actual refleja la complejidad de equilibrar la necesidad de un sistema de salud sostenible con la viabilidad de la industria farmacéutica y la protección de los pacientes.