La historia de Celia Fontecha es un ejemplo inspirador de resiliencia y determinación. Esta joven futbolista, originaria de Burgos, ha demostrado que con esfuerzo y dedicación se pueden superar los obstáculos más difíciles. A sus 20 años, ha logrado brillar en el equipo As Celtas, donde ha recuperado su lugar en el primer equipo tras haber enfrentado un diagnóstico de linfoma. Su trayectoria no solo es un testimonio de su talento en el campo, sino también de su fortaleza personal.
### Un Comienzo Prometedor en el Deporte
Desde muy pequeña, Celia mostró un gran interés por el deporte. Comenzó practicando judo, donde se destacó y alcanzó el cinturón negro. Sin embargo, su pasión por el fútbol siempre estuvo presente, jugando en la calle y en el colegio. Fue a los 11 años cuando decidió inscribirse formalmente en un equipo de fútbol, compaginando ambas disciplinas durante varios años. Esta dedicación temprana le permitió desarrollar habilidades que más tarde serían cruciales en su carrera futbolística.
La decisión de enfocarse en el fútbol llegó tras una profunda reflexión. Aunque el judo había sido una parte importante de su vida, Celia sentía que el fútbol era su verdadera vocación. «Fue una elección difícil, pero sabía que necesitaba dar un paso hacia adelante en el deporte que realmente amaba», comenta. Esta decisión la llevó a unirse al Mos, un club local en Galicia, donde comenzó a destacar rápidamente.
### El Desafío de la Enfermedad
La vida de Celia dio un giro inesperado cuando fue diagnosticada con un linfoma en noviembre de 2023. Este diagnóstico llegó en un momento en que su carrera estaba despegando, y el impacto emocional fue devastador. «Nunca te esperas algo así, especialmente a una edad tan joven. Es un golpe duro que te hace replantearte muchas cosas», reflexiona. A pesar de la adversidad, Celia mantuvo una actitud positiva y se comprometió a luchar contra la enfermedad.
Durante su tratamiento, que se extendió hasta marzo de 2024, Celia se enfrentó a momentos difíciles. Sin embargo, su amor por el fútbol y su deseo de volver a jugar la motivaron a seguir adelante. «Buscaba fuerzas de donde fuera para salir adelante. Siempre imaginaba mi regreso al campo», dice. Su determinación fue clave para superar esta etapa, y con el apoyo de su familia y amigos, logró salir adelante.
### Regreso Triunfal al Fútbol
Una vez finalizado su tratamiento, Celia regresó al fútbol en la pretemporada de 2024. Aunque comenzó entrenando con restricciones, su progreso fue notable. «Poco a poco, volví a estar a mi nivel anterior. Estoy muy contenta con cómo han ido las cosas», afirma. Su esfuerzo y dedicación no pasaron desapercibidos, y rápidamente se ganó un lugar en el primer equipo de As Celtas, donde ha disputado cinco partidos como titular en la liga actual.
Celia destaca la importancia del trabajo en equipo y la conexión que ha logrado establecer con sus compañeras. «La temporada pasada fue un desafío, ya que éramos un grupo nuevo. Pero supimos trabajar juntas y conseguir el ascenso», menciona. Su papel en el equipo ha sido fundamental, y su experiencia en el campo ha contribuido a crear un ambiente positivo y motivador.
### Mirando Hacia el Futuro
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Celia mantiene una mentalidad ambiciosa. Con el inicio de la nueva temporada, su equipo ha tenido un comienzo prometedor, aunque también han enfrentado dificultades, como la reciente derrota ante el Racing de Santander. «Es un partido para aprender de los errores y seguir adelante. Siempre hay que dar lo mejor de uno mismo», señala.
El próximo partido contra el Deportivo B es una oportunidad para demostrar su valía y la de su equipo. Celia se siente emocionada y lista para darlo todo en el campo. «Es un rival más, pero siempre hay una motivación especial en estos encuentros. Estoy deseando jugar y ayudar al equipo a conseguir la victoria», expresa.
Además de su compromiso con el fútbol, Celia también se ha convertido en un ejemplo a seguir para otros jóvenes deportistas. Su historia de superación ha resonado en la comunidad, y muchos la ven como un símbolo de esperanza y perseverancia. «Quiero inspirar a otros a no rendirse, sin importar cuán difíciles sean las circunstancias», concluye.
Celia Fontecha continúa su camino en el fútbol, enfrentando cada desafío con valentía y determinación. Su historia es un recordatorio de que, con esfuerzo y pasión, es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar los sueños.