La cadena de supermercados Alcampo ha llegado a un acuerdo con los sindicatos que afectará a un total de 633 trabajadores en toda España, en el marco de un expediente de regulación de empleo (ERE). Este ajuste, que inicialmente contemplaba 710 despidos, se ha reducido tras las negociaciones. En Galicia, se verán afectados 28 empleados, de los cuales ocho pertenecen al supermercado que cerrará en el polígono de Agrela. Este cierre está programado para las próximas semanas, según han confirmado fuentes sindicales.
El acuerdo alcanzado incluye una indemnización de 35 días por año trabajado, con un máximo de 20 mensualidades. Para los trabajadores mayores de 63 años, la indemnización será de 20 días por año, con un límite de 12 mensualidades. Además del cierre del hipermercado de Agrela, se prevén despidos en los centros de Alcampo en Ferrol (Catabois) y Burela, donde también se producirán ocho despidos. A estos se suman otros cuatro despidos en el supermercado de Boiro, lo que refleja el impacto significativo de esta reestructuración en la región.
La compañía ha justificado el ERE como una medida necesaria para mejorar la eficiencia de su estructura y adaptar su red a la nueva configuración del mercado. La ejecución del ERE está prevista para el próximo 30 de noviembre y tendrá un impacto en 144 supermercados y ocho hipermercados, afectando a un total de 565 trabajadores en todo el país. En Galicia, se cerrarán tres supermercados, lo que ha generado preocupación entre los empleados y la comunidad local.
**Impacto en la Comunidad Gallega**
El cierre del supermercado de Agrela y los despidos asociados han suscitado reacciones diversas en la comunidad gallega. Los sindicatos han expresado su descontento con la decisión de la empresa, argumentando que la reducción de personal y el cierre de establecimientos afectarán no solo a los trabajadores, sino también a los consumidores que dependen de estos servicios. La pérdida de empleos en el sector retail es un tema sensible en Galicia, donde la economía local se basa en gran medida en el comercio y los servicios.
Los trabajadores afectados han sido convocados a reuniones informativas por parte de sus representantes sindicales, quienes están trabajando para garantizar que se respeten los derechos laborales y se ofrezcan las mejores condiciones posibles en el marco del ERE. La situación ha llevado a un aumento en la preocupación por la estabilidad laboral en el sector, especialmente en un contexto económico ya complicado por la pandemia y otros factores externos.
Por otro lado, la dirección de Alcampo ha señalado que estas medidas son imprescindibles para asegurar la viabilidad a largo plazo de la empresa. La compañía ha indicado que la reestructuración permitirá optimizar recursos y mejorar la competitividad en un mercado cada vez más exigente. Sin embargo, muchos trabajadores y sus familias se sienten inseguros ante el futuro, lo que ha llevado a un aumento en la ansiedad y el estrés entre el personal afectado.
**Reacciones de los Sindicatos y la Comunidad**
Los sindicatos han manifestado su intención de seguir luchando por los derechos de los trabajadores y han convocado movilizaciones para protestar contra los despidos y el cierre de supermercados. Estas acciones buscan visibilizar la situación de los empleados y presionar a la empresa para que reconsidere su decisión. La comunidad ha mostrado su apoyo a los trabajadores, con diversas iniciativas que buscan recaudar fondos y ofrecer asistencia a aquellos que se verán afectados por la pérdida de empleo.
Además, la situación ha puesto de relieve la necesidad de un diálogo más abierto entre la dirección de Alcampo y los sindicatos. Muchos trabajadores han solicitado que se busquen alternativas al ERE, como la posibilidad de reubicación en otros centros o la implementación de medidas de reducción de jornada en lugar de despidos. La falta de comunicación efectiva ha sido un punto crítico en este proceso, y los sindicatos han instado a la empresa a establecer canales de diálogo más claros y directos.
En resumen, la situación de Alcampo en Galicia refleja un desafío significativo tanto para la empresa como para los trabajadores. El cierre de supermercados y los despidos asociados no solo impactan a los empleados, sino que también afectan a la comunidad en su conjunto. A medida que se acerca la fecha de ejecución del ERE, la tensión entre la dirección de la empresa y los sindicatos continúa creciendo, y la incertidumbre sobre el futuro laboral de los trabajadores persiste.