La gestión del turismo en España ha tomado un nuevo rumbo con el anuncio de Aena, el gestor de aeropuertos, que ha decidido implementar un plan de inversión significativo para los próximos años. Este plan, que se desarrollará entre 2027 y 2030, tiene como objetivo principal aumentar la capacidad de los aeropuertos españoles, que se encuentran al borde de su capacidad técnica teórica. La proyección del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) indica que para el año 2042, España se posicionará entre los cinco países con mayor tráfico aéreo a nivel mundial, junto a China, India, Estados Unidos e Indonesia.
**Inversiones en Infraestructura Aeroportuaria**
El enfoque de Aena se centrará en las principales infraestructuras aeroportuarias del país, especialmente en Madrid y Barcelona, donde se planean ampliaciones significativas. La inversión prevista para el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez asciende a 4.000 millones de euros, mientras que el de Barcelona-El Prat contará con 3.000 millones. Estas ampliaciones permitirán aumentar la capacidad de Madrid en 20 millones de pasajeros, alcanzando un total de 90 millones, y de Barcelona en 20 millones, llegando a 72 millones.
Además de estas grandes ciudades, otros aeropuertos turísticos también recibirán atención. Se destinarán aproximadamente 2.000 millones de euros para los aeropuertos de Tenerife (Sur y Norte) y Lanzarote, así como 1.500 millones para Málaga-Costa del Sol y 1.000 millones para Alicante-Elche Miguel Hernández. Aena ha planificado una primera fase de inversión que abarcará desde 2027 hasta 2031, con un total de 12.888 millones de euros destinados a los 46 aeropuertos que forman parte de su red.
Las inversiones no solo se limitarán a las ampliaciones de terminales, sino que también se destinarán recursos a la mejora de aparcamientos, sistemas eléctricos, y a la digitalización y sostenibilidad de las infraestructuras. De los 12.888 millones de euros, se estima que 6.051 millones se utilizarán en grandes actuaciones en terminales, mientras que 3.037 millones se destinarán a obras civiles y sistemas de asistencia. Asimismo, se asignarán 973 millones a tecnologías de la información y digitalización, 897 millones a seguridad y servicios, 288 millones a sostenibilidad, y 219 millones a innovación.
**Impacto en Tarifas y Sostenibilidad**
El plan de Aena no está exento de controversia, especialmente en lo que respecta a las tarifas aeroportuarias. La compañía, que es semipública con un 51% de capital estatal, ha reconocido que necesitará endeudarse para llevar a cabo este ciclo inversor. Esta deuda, según Aena, será finalmente asumida por los pasajeros a través de un incremento en las tarifas aeroportuarias, que han permanecido congeladas durante la última década. Este aumento se produce en un contexto de tensiones con aerolíneas como Ryanair, que han amenazado con reducir sus operaciones en España debido a los altos costos.
Las tarifas aeroportuarias son los cargos que Aena impone a las aerolíneas por el uso de sus instalaciones, y que a su vez repercuten en el precio de los billetes de avión. Desde la salida a bolsa de Aena en 2015, el gobierno estableció un marco regulatorio que limitaba las inversiones y el aumento de tarifas, con el fin de evitar sobreinversiones. Sin embargo, con el nuevo plan de inversión, se prevé que la media anual de inversión alcance los 2.600 millones de euros, lo que inevitablemente impactará en las tarifas.
Aena ha argumentado que extender el régimen transitorio de tarifas debería ir acompañado de un régimen similar para las inversiones, ya que limitar la inversión podría poner en riesgo el crecimiento de los aeropuertos y, por ende, del turismo y la economía española. La compañía sostiene que los aeropuertos son infraestructuras esenciales para la conectividad de los ciudadanos y la generación de oportunidades económicas.
El plan de Aena se presenta como una respuesta a la creciente demanda turística y a la necesidad de modernizar las infraestructuras aeroportuarias del país. A medida que el turismo continúa creciendo, la capacidad de los aeropuertos para manejar este aumento será crucial para el futuro del sector en España. Las decisiones que se tomen en los próximos años no solo afectarán a los aeropuertos, sino que también tendrán un impacto significativo en la economía nacional y en la experiencia de los viajeros.