En el corazón de A Coruña, la Calle Real se ha convertido en un punto neurálgico para el debate sobre la regulación de los pisos turísticos. Con la creciente preocupación por el impacto que estos alojamientos tienen en el mercado de la vivienda, el Gobierno local ha decidido dar un paso adelante. Este jueves, se espera que el pleno municipal apruebe de manera definitiva la primera ordenanza que busca regular y limitar los pisos turísticos en la ciudad. Esta medida llega en un momento en que la demanda de alojamientos turísticos ha crecido significativamente, generando tensiones en el acceso a la vivienda para los residentes locales.
El Concello ha comenzado a emitir órdenes de cierre para aquellos pisos turísticos que no cumplen con la normativa vigente. Hasta la fecha, se han abierto 23 expedientes de clausura, de los cuales 17 están en un estado avanzado. En siete casos, ya se ha emitido una resolución de cese de actividad, instando a los propietarios a cerrar sus establecimientos. Es importante destacar que estas clausuras no se derivan de la nueva ordenanza, que aún no ha entrado en vigor, sino del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), que establece las normas urbanísticas de la ciudad desde su última actualización en 2013.
La interpretación del Concello sobre la normativa ha suscitado críticas por parte de Aviturga, la agrupación gallega de propietarios de pisos turísticos. Esta organización argumenta que los propietarios han registrado sus alojamientos tributando como viviendas y que cualquier cambio debería realizarse a través de una modificación del PGOM, en lugar de una nueva ordenanza. Además, piden que se respeten los derechos de los propietarios cuyos pisos ya están en funcionamiento.
La nueva ordenanza, que se someterá a votación en el pleno, ha recibido el apoyo del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que ha abogado durante años por limitar el uso turístico de las viviendas. El BNG, junto con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que también ha mostrado su apoyo a la medida, cuenta con la mayoría necesaria para su aprobación. Por otro lado, el Partido Popular (PP) ha manifestado su oposición a la ordenanza, argumentando que no contribuirá a mejorar la accesibilidad a la vivienda en la ciudad y optó por abstenerse en la votación inicial.
La nueva normativa establece que, para operar un piso turístico en A Coruña, los propietarios deberán obtener una habilitación municipal, además de cumplir con los trámites que se realizaban previamente ante la Xunta. Aquellos pisos que ya están en funcionamiento tendrán un plazo de tres meses, a partir de la entrada en vigor de la ordenanza, para regularizar su situación. La versión final del documento también prohíbe la creación de nuevos pisos turísticos en edificios que hayan sido rehabilitados con ayuda pública o que estén bajo protección pública. Esto implica que las viviendas que reciban fondos para mejoras o reformas deberán destinarse exclusivamente a uso residencial.
El debate sobre la regulación de los pisos turísticos no se limita a A Coruña. Otras ciudades gallegas, como Santiago y Vigo, también están considerando medidas similares para abordar el impacto de estos alojamientos en el mercado de la vivienda. La creciente preocupación por la falta de viviendas asequibles y el aumento de los precios de alquiler ha llevado a los gobiernos locales a buscar soluciones que equilibren el turismo y las necesidades de los residentes.
La situación en A Coruña refleja un fenómeno que se está observando en muchas ciudades del mundo, donde el crecimiento del turismo ha llevado a un aumento en la demanda de alojamientos temporales, a menudo en detrimento de la disponibilidad de viviendas para los residentes permanentes. La regulación de los pisos turísticos se presenta como una solución necesaria para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a viviendas asequibles, al tiempo que se permite el desarrollo del sector turístico de manera sostenible.
A medida que se acerca la votación en el pleno municipal, la atención se centra en cómo se implementarán estas nuevas regulaciones y qué impacto tendrán en el futuro del turismo en A Coruña. La comunidad local espera que estas medidas no solo ayuden a regular el mercado de los pisos turísticos, sino que también promuevan un equilibrio entre el turismo y la vida cotidiana de los residentes. La aprobación de la ordenanza podría marcar un precedente en la gestión de alojamientos turísticos en Galicia, estableciendo un modelo que otras ciudades podrían seguir en su búsqueda de soluciones a los desafíos que plantea el turismo en las áreas urbanas.