Las altas temperaturas del verano no solo traen consigo días soleados y actividades al aire libre, sino que también representan un riesgo significativo para la salud, especialmente para las poblaciones más vulnerables. A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes y severas, es crucial entender cómo afectan a nuestro organismo y qué medidas podemos tomar para protegernos.
**Efectos del Calor en el Organismo**
El calor extremo puede desencadenar una serie de problemas de salud que van desde molestias leves hasta condiciones potencialmente mortales. Según el Observatorio de Salud y Cambio Climático, las olas de calor pueden aumentar en un 10% los ingresos en urgencias, y en 2024, se registraron más de 3,500 muertes atribuibles a temperaturas excesivas. Durante el mes de junio de ese año, que fue el más cálido en la historia de España, se reportaron 380 muertes relacionadas con el calor.
Los expertos advierten que la exposición a temperaturas elevadas puede afectar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura interna. Victoria Fernández Menéndez, responsable del Grupo de Trabajo de Urgencias y Emergencias de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), señala que la deshidratación es uno de los principales riesgos asociados al calor. Aunque puede parecer un problema menor al principio, si no se trata adecuadamente, puede llevar a complicaciones graves. El golpe de calor es otra condición extrema que puede surgir, donde el cuerpo alcanza temperaturas peligrosamente altas, lo que puede resultar en pérdida de conciencia y requiere atención médica inmediata.
**Grupos Vulnerables y Precauciones Necesarias**
No todas las personas son igualmente susceptibles a los efectos del calor. Los ancianos, los niños y las mujeres embarazadas son considerados los más vulnerables. Los mayores de 65 años pueden no sentir sed, lo que aumenta el riesgo de deshidratación, mientras que los niños, al estar inmersos en el juego, pueden olvidar hidratarse. Las embarazadas, que tienen un mayor gasto energético, también deben tener especial cuidado durante los días calurosos.
Además, las personas con enfermedades crónicas, como problemas cardiovasculares, respiratorios o mentales, son más propensas a sufrir complicaciones por el calor. Asensio López, médico de familia y coordinador del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS), enfatiza la importancia de que los cuidadores y familiares estén atentos a las necesidades de hidratación de estas personas. Aquellos que toman medicamentos diuréticos, ansiolíticos o antidepresivos también deben ser monitoreados, ya que estos fármacos pueden aumentar la sensibilidad al calor.
La prevención es clave para evitar los efectos nocivos del calor. Se recomienda evitar la exposición directa al sol, especialmente entre las 12 y las 17 horas, y mantenerse hidratado, incluso si no se siente sed. Además del agua, se pueden consumir caldos, zumos y frutas con alto contenido de agua. Para las personas mayores, es fundamental tener bebidas atractivas a su alcance y ofrecerlas con frecuencia. Si se planea realizar actividad física al aire libre, es esencial llevar agua y refrescarse regularmente.
Los sistemas de alerta del riesgo por altas temperaturas, disponibles a través del Ministerio de Sanidad y la Agencia Estatal de Meteorología, son herramientas valiosas para mantenerse informado sobre las condiciones climáticas y sus posibles efectos en la salud. Es importante recordar que la temperatura a partir de la cual el calor puede ser perjudicial varía en diferentes regiones de España, dependiendo de factores como la adaptación de la población a las olas de calor.
En resumen, el calor extremo puede tener un impacto significativo en la salud, especialmente para los grupos más vulnerables. La educación sobre los riesgos y la implementación de medidas preventivas son esenciales para proteger a la población durante los meses más calurosos del año. La clave está en anticiparse a los efectos del calor y actuar de manera proactiva para garantizar el bienestar de todos, especialmente de aquellos que son más susceptibles a sus efectos.