La situación actual de RTVE ha generado un intenso debate en torno a la programación de su franja vespertina, especialmente tras el descalabro del programa ‘La Familia de la Tele’. Este formato, que prometía conectar con diferentes públicos, ha sido objeto de críticas tanto por parte de los sindicatos como de los propios trabajadores de la corporación. La caída de audiencia y la percepción de que los rostros que lo integran son «quemados y caducos» han llevado a cuestionar la dirección que está tomando la televisión pública española.
**El Descontento de los Trabajadores de RTVE**
Recientemente, CCOO, uno de los sindicatos más representativos de RTVE, ha emitido un comunicado en el que critica abiertamente el fracaso de ‘La Familia de la Tele’. Según el sindicato, el programa no ha logrado conectar con la audiencia y ha arrastrado consigo a otros formatos consolidados, como ‘Aquí la Tierra’. La crítica se centra en la falta de adaptación de RTVE a una sociedad en constante cambio, donde la nostalgia no puede ser el motor de la programación. Los trabajadores han señalado que la televisión pública debe evolucionar y reconocer que ciertos personajes ya no tienen cabida en la pantalla, ya que representan una etapa superada por la audiencia.
El descontento se ha intensificado con la decisión de RTVE de continuar con la emisión de ‘La Familia de la Tele’, a pesar de las evidencias de su fracaso. Los empleados han expresado su malestar, incluso mencionando que se les ha solicitado llevar comida de casa debido a la falta de acceso al comedor durante el desfile del programa. Esta situación ha generado un clima de tensión y frustración entre los trabajadores, quienes sienten que sus voces no están siendo escuchadas.
**La Necesidad de Nuevos Formatos en RTVE**
Ante la inminente posibilidad de cierre de ‘La Familia de la Tele’, los trabajadores han instado a RTVE a reflexionar sobre sus formatos y a considerar la creación de nuevas producciones internas. La crítica hacia el programa no solo se limita a su contenido, sino que también abarca la estrategia de fichajes que se ha llevado a cabo. La inclusión de personajes como Kiko Matamoros y Belén Esteban ha sido vista como un intento fallido de atraer a un público que, según los trabajadores, ya no se siente identificado con ellos.
El sindicato ha subrayado que la nostalgia no puede ser el motor de la programación de la televisión pública. En su comunicado, han enfatizado que apostar por el pasado es, en muchas ocasiones, condenar el futuro. La pérdida progresiva de audiencia de ‘La Familia de la Tele’ ha sido un claro indicador de que el formato no ha logrado cumplir con las expectativas, a pesar de los constantes ajustes y la incorporación de nuevos rostros.
Los trabajadores han propuesto que el plató que quedará vacío tras el cierre del programa se utilice para desarrollar nuevas ideas y formatos que realmente conecten con la audiencia actual. La inversión realizada en el escenario del fallido programa podría ser aprovechada para dar vida a producciones que reflejen la realidad y los intereses de la sociedad española contemporánea.
La situación de ‘La Familia de la Tele’ ha puesto de manifiesto la necesidad de un cambio en la estrategia de programación de RTVE. La televisión pública debe adaptarse a las demandas de una audiencia que busca contenidos frescos y relevantes, en lugar de depender de personajes que ya no resuenan con el público. La crítica de los trabajadores y la presión de los sindicatos son un llamado a la acción para que la corporación reevalúe su enfoque y busque nuevas formas de conectar con los televidentes.
En resumen, el fracaso de ‘La Familia de la Tele’ no solo ha afectado a este programa en particular, sino que ha puesto en evidencia la necesidad de una transformación más amplia en la programación de RTVE. La televisión pública tiene la responsabilidad de ofrecer contenidos que sean representativos de la sociedad actual y que respondan a las expectativas de su audiencia. La evolución es una obligación, y el reconocimiento de los errores del pasado es el primer paso hacia un futuro más prometedor para la televisión pública en España.