El mundo de los videojuegos ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, convirtiéndose en una forma de entretenimiento que atrae a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, este crecimiento también ha traído consigo un problema alarmante: el acoso y la toxicidad en línea. Un reciente estudio ha revelado que un porcentaje significativo de mujeres y otros grupos vulnerables sufren acoso en estos entornos digitales, lo que plantea serias preocupaciones sobre la salud mental y el bienestar de los jugadores.
### La Realidad del Acoso en Videojuegos
Un informe titulado ‘Women Gamers Report de Bryter’ ha puesto de manifiesto que el 65% de las mujeres que juegan a videojuegos han experimentado algún tipo de toxicidad por parte de jugadores masculinos. Esta situación es aún más preocupante considerando que el 19% de estas mujeres afirma que el acoso ha tenido un impacto negativo en su salud mental. Estos datos son un reflejo de una tendencia más amplia que se observa en el ámbito de los videojuegos, donde ciertos grupos de población, como mujeres, personas LGTBIQA+ y jugadores de mayor edad, son más propensos a ser víctimas de acoso.
Mario Santisteban, profesor de Derecho Penal y uno de los investigadores del proyecto GamerVictim, señala que la victimización sexual en el entorno de los videojuegos afecta aproximadamente al 20% de una muestra de más de 1.800 jugadores en España. Además, los incidentes de odio, que incluyen insultos motivados por raza, género o ideología, tienen una prevalencia que oscila entre el 20% y el 30%, dependiendo del tipo de agresión. Esta toxicidad no solo afecta la experiencia de juego, sino que también puede llevar a consecuencias graves como la ansiedad, el deterioro de la autoestima y, en algunos casos, el abandono del juego por parte de las víctimas.
### Factores que Aumentan el Riesgo de Victimización
El estudio revela que ser mujer, pertenecer a la comunidad LGTBIQA+ o tener una mayor edad incrementa las probabilidades de convertirse en víctima de acoso en los videojuegos. Además, otros factores como la cantidad de información personal expuesta en línea y el número de horas dedicadas al juego también influyen en el riesgo. Pablo Romero, otro investigador del proyecto, destaca que existe un solapamiento significativo entre quienes son víctimas y quienes se convierten en perpetradores de acoso. Esto significa que aquellos que han sido insultados o acosados pueden, a su vez, adoptar comportamientos similares hacia otros jugadores.
Los videojuegos competitivos, especialmente aquellos que requieren la interacción de equipos con objetivos antagónicos, son los más propensos a albergar este tipo de comportamientos tóxicos. Títulos como ‘League of Legends’, que cuenta con millones de jugadores activos, han sido identificados como entornos donde la toxicidad es particularmente alta. Los MMORPG (juegos de rol multijugador masivos en línea) también son espacios donde la victimización es común, debido a la gran cantidad de usuarios que interactúan en un espacio digital relativamente pequeño, donde los sistemas de vigilancia y prevención son a menudo ineficaces.
### La Respuesta de la Industria de Videojuegos
Ante esta alarmante situación, surge la pregunta: ¿qué están haciendo las empresas de videojuegos para proteger a los jugadores de este ciberacoso? Santisteban señala que, lamentablemente, los legisladores prestan poca atención a lo que ocurre dentro de los videojuegos, dejando a las empresas en una posición crucial para abordar estos problemas. Las compañías pueden implementar sistemas automatizados para detectar comportamientos abusivos, establecer canales de denuncia y fomentar un ambiente de juego más saludable mediante la promoción de comportamientos prosociales.
El impacto del ciberacoso en la salud mental de los jugadores es un tema que requiere atención urgente. Romero enfatiza la necesidad de reforzar la atención y el acompañamiento a los usuarios de videojuegos, con el objetivo de crear entornos digitales más seguros y saludables. La industria tiene la responsabilidad de adaptarse y evolucionar para proteger a sus jugadores, especialmente a aquellos que son más vulnerables.
En resumen, el acoso en los videojuegos es un problema creciente que afecta a una parte significativa de la comunidad gamer. Con la creciente popularidad de los videojuegos, es fundamental que tanto las empresas como los legisladores tomen medidas efectivas para combatir la toxicidad y proteger a los jugadores, asegurando que el mundo del gaming sea un espacio inclusivo y seguro para todos.