La situación laboral en la planta de Ence en Pontevedra ha generado un clima de tensión y descontento entre los trabajadores. La empresa ha anunciado un proceso de despido colectivo que afectará a 39 empleados, lo que representa aproximadamente el 6,5% de su plantilla. Esta decisión se produce tras varios trimestres de pérdidas económicas, lo que ha llevado a la dirección a implementar un Plan de Eficiencia y Competitividad. Este plan incluye inversiones en automatización, digitalización e inteligencia artificial, con el objetivo de mejorar la productividad y reducir costos.
Los despidos se llevarán a cabo a lo largo de 2026 y 2027, con 19 de ellos previstos para el cuarto trimestre de 2026. Ence ha indicado que, además de los despidos, se ofrecerán opciones de prejubilación y bajas incentivadas a los trabajadores afectados. Según las estimaciones de la empresa, alrededor de 20 empleados podrían acogerse a la prejubilación. También se ha mencionado la posibilidad de recolocar a algunos trabajadores en otras plantas del grupo, aunque esto dependerá de las negociaciones con el comité de empresa.
La respuesta de los trabajadores no se ha hecho esperar. El comité de empresa, que incluye representantes de Comisiones Obreras, CIG y UGT, ha convocado un calendario de huelgas que abarca 12 jornadas. Durante una reciente comparecencia, los líderes del comité, Santiago Cerqueiro y Omar Vázquez, expresaron su descontento con la dirección de Ence, acusándola de incumplir compromisos y de falta de transparencia. Esta situación ha llevado a lo que ellos describen como una «guerra total abierta» entre la empresa y su plantilla.
### Impacto de la Automatización en el Empleo
La automatización y la digitalización son tendencias que están transformando el panorama laboral en muchas industrias, y Ence no es la excepción. La empresa ha justificado su decisión de despedir a trabajadores como parte de un proceso necesario para adaptarse a un mercado en constante evolución. Sin embargo, esta estrategia plantea importantes interrogantes sobre el futuro del empleo en la biofábrica de Pontevedra.
La implementación de tecnologías avanzadas puede mejorar la eficiencia y reducir costos operativos, pero también puede llevar a la reducción de puestos de trabajo. Ence ha señalado que las inversiones en automatización son cruciales para mantener la competitividad en un sector que enfrenta desafíos significativos. Sin embargo, los trabajadores y sus representantes temen que estas medidas puedan resultar en una pérdida de empleos a largo plazo, afectando la estabilidad económica de muchas familias.
El debate sobre la automatización no es nuevo, y muchas empresas en diversas industrias están enfrentando dilemas similares. La clave está en encontrar un equilibrio entre la adopción de nuevas tecnologías y la protección de los derechos y el bienestar de los trabajadores. Ence ha afirmado que está dispuesta a negociar con el comité de empresa para encontrar soluciones que minimicen el impacto de los despidos, pero las tensiones actuales sugieren que el camino hacia un acuerdo será complicado.
### Reacciones de la Comunidad y el Futuro de Ence
La comunidad local de Pontevedra también está siguiendo de cerca la situación en Ence. La planta es un importante empleador en la región, y los despidos propuestos podrían tener un efecto dominó en la economía local. Los líderes comunitarios han expresado su preocupación por el futuro de la biofábrica y han instado a la empresa a considerar alternativas que no impliquen la reducción de personal.
Además, la situación ha atraído la atención de organizaciones laborales y activistas que abogan por los derechos de los trabajadores. La convocatoria de huelgas por parte del comité de empresa ha sido respaldada por diversas organizaciones que ven en esta lucha una oportunidad para abogar por mejores condiciones laborales y la defensa del empleo.
El futuro de Ence en Pontevedra dependerá en gran medida de cómo se maneje esta crisis laboral. La empresa tiene la oportunidad de demostrar su compromiso con sus empleados y la comunidad al buscar soluciones que no solo se centren en la reducción de costos, sino también en la inversión en el desarrollo de su fuerza laboral. La negociación entre la dirección y el comité de empresa será crucial para determinar el rumbo de la planta y su impacto en la economía local.
En resumen, la situación en Ence es un reflejo de los desafíos que enfrentan muchas empresas en la actualidad. La búsqueda de eficiencia y competitividad no debe venir a expensas del bienestar de los trabajadores. La forma en que Ence aborde esta crisis podría sentar un precedente para otras empresas en la región y más allá.