La empresa gallega Russula ha marcado un hito en la industria siderúrgica desde su fundación hace 37 años. Con un enfoque en la ingeniería y la sostenibilidad, ha logrado posicionarse como un referente en el diseño y la implementación de soluciones para el sector del acero. Su trayectoria comenzó con un ambicioso proyecto en Malasia, donde desmontaron y reubicaron la siderúrgica Sidegasa. Desde entonces, Russula ha expandido sus operaciones a más de 35 países, levantando más de 130 instalaciones y especializándose en trenes de laminación de acero y tratamiento de agua industrial.
En el último año, la compañía reportó ingresos de 117,8 millones de euros, un crecimiento notable en comparación con los 112,2 millones del año anterior. Además, su beneficio neto alcanzó los 6,4 millones, lo que representa un incremento del 36% respecto a 2023. Con más de 200 empleados, Russula se distingue por su flexibilidad y atención al cliente, características que le permiten adaptarse a las necesidades específicas de cada proyecto.
La filosofía de trabajo de Russula se basa en un enfoque personalizado, lo que les permite abordar tanto proyectos greenfield como adaptaciones en plantas existentes. Ángel López, director de ingeniería de la empresa, destaca que su estructura organizativa permite una comunicación directa y rápida entre los clientes y los niveles más altos de la compañía, lo que facilita la personalización de los proyectos según las particularidades de cada cliente. Esta cercanía se convierte en una ventaja competitiva frente a otras empresas con estructuras más rígidas.
### Expansión Internacional y Retos Legales
La expansión internacional ha sido un pilar fundamental en el crecimiento de Russula. Una parte significativa de su facturación proviene de mercados fuera de España, siendo Estados Unidos y Brasil los más destacados. Sin embargo, cada nuevo proyecto en el extranjero presenta desafíos, especialmente en términos de cumplimiento normativo. Los ingenieros de Russula deben familiarizarse con la legislación y regulaciones locales, lo que puede complicar el desarrollo de nuevos proyectos.
A pesar de contar con oficinas en varios países, la toma de decisiones clave se mantiene en su sede central en A Coruña. Esto les permite mantener un control riguroso sobre la calidad y la ejecución de sus proyectos. Además, la empresa cuenta con una fábrica de equipos eléctricos en Bergondo y una red de socios regionales que les permite mantener la producción en Galicia siempre que los plazos lo permitan. López enfatiza la importancia de la colaboración con universidades y escuelas de ingeniería locales para atraer y formar talento, asegurando así un flujo constante de nuevas ideas y soluciones innovadoras.
### Innovación y Sostenibilidad en el Sector del Acero
Russula ha adoptado un enfoque proactivo hacia la sostenibilidad, especialmente en el contexto de la creciente preocupación por el medio ambiente. La empresa está comprometida con la digitalización y la automatización, utilizando inteligencia artificial y visión artificial para optimizar sus procesos. Esto no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también contribuye a la reducción del consumo de recursos, como el agua. En este sentido, López menciona que la empresa está trabajando para que todos sus clientes implementen tecnologías avanzadas en sus procesos de laminación de acero, así como en la gestión del agua industrial.
Uno de los proyectos más ambiciosos de Russula es su participación en la construcción de la nueva acería Hydnum Steel en Puertollano, que se convertirá en la primera planta de acero limpio de la península ibérica. Con una inversión de 1.600 millones de euros, esta planta producirá acero ecológico a partir de chatarra reciclada, utilizando hornos de arco eléctrico y energías renovables. La implementación de tecnología ZLD (Zero Liquid Discharge) permitirá que la planta no genere vertidos de agua al medio ambiente, marcando un paso significativo hacia la sostenibilidad en la industria del acero.
López subraya la importancia de este proyecto no solo en términos económicos, sino también en su potencial para transformar la industria del acero a nivel global. La planta de Hydnum Steel no solo reducirá las emisiones de CO2 y el consumo de agua, sino que también establecerá un nuevo estándar en la producción de acero, demostrando que es posible combinar la rentabilidad con la responsabilidad ambiental. Con esta visión, Russula se posiciona como un agente clave en la transformación del sector, liderando el cambio hacia prácticas más sostenibles y responsables.
