La situación del Grupo Yáñez, conocido concesionario de Volkswagen en Galicia, ha tomado un giro significativo tras la propuesta de adquisición presentada por Pérez Rumbao. Esta empresa, que se ha consolidado como líder en el sector automotriz gallego, ha manifestado su interés en adquirir la unidad productiva de Yáñez, que ha estado en concurso de acreedores desde junio de este año. La oferta ya ha sido formalmente presentada ante el Juzgado de lo Mercantil de A Coruña, lo que marca un paso importante en el proceso de reestructuración de la compañía.
La propuesta de Pérez Rumbao incluye la subrogación de 25 trabajadores del Grupo Yáñez, aunque también contempla un ERE de extinción para el resto del personal. Esto significa que, si se lleva a cabo la compra, el centro de trabajo en Ferrol quedaría sin actividad, mientras que las operaciones se concentrarían en A Coruña y Santiago. Sin embargo, no hay garantías de que las operaciones continúen en las instalaciones actuales de Yáñez, lo que deja a muchos empleados en una situación incierta.
Pérez Rumbao ha tenido un año notable, cerrando el ejercicio anterior con un crecimiento del 20% en su volumen de negocio, superando los 600 millones de euros. La compañía ha ampliado su oferta al incorporar la marca BYD en Galicia y Asturias, en un momento en que la demanda de vehículos eléctricos y híbridos está en auge. Este movimiento estratégico no solo refuerza su red comercial, sino que también responde a la creciente tendencia hacia la movilidad sostenible.
El Grupo Yáñez, por su parte, ha enfrentado serias dificultades financieras. Desde el inicio de su proceso concursal, la empresa ha despedido a 58 empleados, lo que representa el 56% de su plantilla. Los despidos se distribuyeron entre sus centros en A Coruña, Santiago y Ferrol, donde el personal se ha visto reducido drásticamente. En A Coruña, por ejemplo, el número de empleados pasó de 39 a solo 10, mientras que en Santiago se comunicaron 24 despidos de un total de 42, y en Ferrol, 11 de 21.
A pesar de que los centros de trabajo de Yáñez siguen abiertos, la falta de actividad es evidente. Los proveedores han dejado de suministrar materiales y vehículos, lo que ha llevado a una paralización total de las operaciones. Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los trabajadores, quienes han acumulado meses sin recibir sus salarios, lo que ha contribuido a un ambiente de incertidumbre y descontento.
La historia del Grupo Yáñez se remonta a 1959, cuando fue fundado por Jesús Yáñez Pérez. Originalmente, se convirtió en el primer concesionario de Seat en Santiago y posteriormente amplió su oferta para incluir marcas como Volkswagen, Audi y Skoda. A lo largo de los años, Yáñez se consolidó como un referente en el sector automotriz gallego, con concesionarios en A Coruña, Santiago, Ferrol y Carballo. Sin embargo, la acumulación de deudas, que actualmente supera los siete millones de euros, ha llevado a la empresa a una situación crítica.
En 2021, Yáñez se unió a Gándara Motor para convertirse en el principal distribuidor de Volkswagen en Galicia, lo que parecía ser un movimiento estratégico para fortalecer su posición en el mercado. Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente, y la empresa ha tenido que enfrentar un proceso concursal que ha puesto en riesgo la continuidad de sus operaciones.
La propuesta de Pérez Rumbao podría ser una oportunidad para revitalizar la marca Yáñez y mantener algunos puestos de trabajo, aunque el futuro sigue siendo incierto. La decisión del Juzgado de lo Mercantil de A Coruña sobre la oferta presentada será crucial para determinar el rumbo de esta emblemática empresa gallega. Mientras tanto, los trabajadores y la comunidad automotriz de Galicia permanecen a la expectativa de los acontecimientos, esperando que se encuentre una solución que permita preservar la historia y el legado de Yáñez en la región.
