La reciente decisión de la Unión Europea de aumentar los aranceles sobre el acero importado de países no comunitarios ha generado un gran revuelo en la industria gallega. Este incremento, que podría llegar hasta el 50%, busca proteger a las plantas acereras europeas y los empleos que dependen de ellas. Sin embargo, las repercusiones de esta medida son motivo de preocupación para muchos sectores, especialmente en Galicia, donde la industria del metal es un pilar fundamental de la economía local.
La medida, anunciada por el vicepresidente de Prosperidad y Estrategia Industrial del Ejecutivo comunitario, Stéphane Séjourné, implica un aumento significativo del arancel actual del 25%. Además, se reducirán a la mitad las importaciones que están exentas de aranceles, lo que podría resultar en un sobrecoste de aproximadamente 150 millones de euros para las empresas gallegas que dependen de la importación de acero y hierro de terceros países. Este cambio se espera que entre en vigor en junio de 2026, una vez que sea aprobado por la Eurocámara y los Estados miembros.
La reacción de los representantes del sector ha sido contundente. Óscar Gómez, gerente de la Asociación Clúster del Naval Gallego (Aclunaga), calificó la medida de «horrorosa» e «injusta», argumentando que Europa debería gravar el producto final en lugar de la materia prima. Según Gómez, el arancel afectará negativamente la rentabilidad de las empresas gallegas, que no pueden aumentar sus precios sin perder competitividad frente a rivales de bajo costo. Esta situación es especialmente preocupante dado que muchos de los productos terminados llegan de países asiáticos, donde los costos de producción son significativamente más bajos.
### La Dependencia del Acero Extranjero
La industria gallega ha visto un aumento en la importación de acero y hierro de países asiáticos, con un valor total de 1.280 millones de euros en 2024. Esto representa un crecimiento en las compras a Asia del 18,7%, mientras que las importaciones desde la Unión Europea han disminuido en un 7,5%. Los principales proveedores de acero extracomunitario para Galicia son Corea del Sur, China y Malasia, que han incrementado sus exportaciones a la región en porcentajes significativos.
Este cambio en las dinámicas de importación ha llevado a una mayor dependencia del acero extranjero, lo que genera inquietud entre los industriales locales. Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas a Galicia (Asime), ha expresado su preocupación por el impacto inmediato que tendrá el nuevo arancel en las empresas de fabricación, especialmente en sectores como el naval, automotriz y aeronáutico. Mallón ha señalado que, aunque la medida podría proteger a los productores locales a largo plazo, el costo inmediato será un desafío significativo para la industria gallega.
La situación se complica aún más al considerar que la industria automotriz, que también depende del acero importado, ha manifestado su preocupación por la restricción del mercado europeo. La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA) ha instado a la Unión Europea a evaluar las necesidades específicas de sectores estratégicos como el automotriz, que requieren importar ciertos tipos y calidades de acero. La ACEA ha advertido que los contingentes para uso automotriz se han agotado rápidamente en años anteriores, lo que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más equilibrado en la regulación del acero.
### Reacciones y Futuro del Sector
Las reacciones ante el anuncio del nuevo arancel han sido variadas. Mientras algunos sectores ven la medida como una oportunidad para fortalecer la producción local, otros advierten que podría tener efectos adversos en la competitividad de la industria gallega. La presión de los grandes lobbies del acero ha sido citada como un factor que ha influido en la decisión de la Unión Europea, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la equidad de la medida.
La industria gallega del metal, que genera más de 11.000 empleos directos, se enfrenta a un futuro incierto. La necesidad de importar acero de calidad y en cantidades adecuadas es crucial para mantener la producción y la competitividad. Sin embargo, la falta de apoyo adecuado a la industria siderúrgica europea podría llevar a una mayor pérdida de capacidad productiva en la región.
En resumen, el aumento de los aranceles sobre el acero importado representa un desafío significativo para la industria gallega. Si bien la medida busca proteger la producción local, las consecuencias inmediatas podrían ser perjudiciales para las empresas que dependen de la importación de este material. La situación exige un análisis cuidadoso y un enfoque equilibrado que considere las necesidades de todos los sectores involucrados.