El caso de Vinova Group ha puesto en evidencia las vulnerabilidades del sistema financiero español, revelando cómo un entramado mercantil puede engañar a inversores y entidades de crédito. Este escándalo, que ha sido objeto de atención mediática, se centra en la figura de Eusebio Novas y Juan José Villamizar, quienes han sido identificados como los cabecillas de esta operación fraudulenta. A pesar de ser un bluf, Vinova logró captar la atención de un fondo de capital riesgo luxemburgués, Resilience Partners, que le otorgó un préstamo de 9 millones de euros con el objetivo de adquirir Hiperxel, una cadena de tiendas de congelados perteneciente a Iberconsa. La intención era fusionar Hiperxel con los puntos de venta de productos congelados bajo la marca Cíes, pero la historia terminó en un fracaso rotundo.
La situación se complicó aún más cuando Resilience Partners, tras perder su inversión inicial, decidió inyectar más capital en un intento por salvar a Vinova. Sin embargo, la empresa no logró recuperarse y terminó en liquidación, lo que dejó al fondo en una situación financiera precaria. Este no fue el único tropiezo de Resilience en el mercado español. En 2020, el fondo había otorgado un préstamo de 7 millones de euros a PFP Termopolímeros, una compañía especializada en la fabricación de envases plásticos para sectores como el farmacéutico y cosmético. La empresa, ubicada en Figaró-Montmany, se encontraba en búsqueda de alternativas a la financiación bancaria tradicional.
La historia se repitió cuando, en 2023, Resilience volvió a respaldar a Termopolímeros con una nueva financiación destinada a la construcción de una planta productiva. Agustín Pla, socio de Resilience, había expresado su confianza en el crecimiento de las empresas en su cartera. Sin embargo, a principios de 2025, PFP Termopolímeros solicitó concurso de acreedores y optó por la liquidación, lo que llevó a Resilience a presentar una demanda penal contra la dirección de la empresa. La situación se tornó aún más crítica cuando se descubrió que la deuda de Termopolímeros era significativamente más alta de lo que se había reportado, lo que generó discrepancias en los estados contables del fondo.
El informe de auditoría reveló que la deuda era 18,5 millones de euros superior a lo que se había registrado, lo que equivale a 4,6 veces el EBITDA de la compañía. Esta situación ha llevado a Resilience a considerar la venta de activos para recuperar parte de su inversión, aunque ya ha dado por perdidos cerca de 3 millones de euros. La nueva planta de Termopolímeros, que había sido valorada en más de 8,7 millones de euros, ha sido puesta en liquidación, y las ofertas de compra han comenzado a llegar a partir de 2,65 millones de euros.
La historia de Vinova y Termopolímeros es un claro ejemplo de cómo la falta de transparencia y la mala gestión pueden llevar a la ruina a empresas que, en teoría, tenían un potencial de crecimiento. La situación se complica aún más cuando se considera que los fondos de inversión, como Resilience, están dispuestos a arriesgar grandes sumas de dinero en operaciones que no siempre están respaldadas por auditorías rigurosas. En el caso de Vinova, se formalizó un préstamo a pesar de que Hiperxel no había sido auditada y que el 80% de sus operaciones estaban concentradas en solo siete mercantiles.
Este tipo de situaciones pone en tela de juicio la regulación del sector financiero en España y la necesidad de implementar medidas más estrictas para proteger a los inversores y garantizar la transparencia en las operaciones de capital riesgo. La historia de Vinova y Termopolímeros no solo afecta a los fondos de inversión, sino que también tiene repercusiones en el mercado laboral y en la confianza de los consumidores. La liquidación de empresas que, en teoría, deberían estar en crecimiento, genera incertidumbre y desconfianza en el ecosistema empresarial.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial observar cómo Resilience Partners maneja esta crisis y qué medidas se implementarán para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro. La historia de Vinova Group es un recordatorio de que, en el mundo de las inversiones, la apariencia de solvencia económica puede ser engañosa y que la due diligence es más importante que nunca. La falta de auditorías adecuadas y la concentración de operaciones en un número limitado de empresas son factores que deben ser abordados para evitar que el sector financiero español sufra más colapsos en el futuro.