Un joven planeta errante, conocido como Cha 1107-7626, ha captado la atención de la comunidad científica debido a su inusual y acelerado crecimiento. Este planeta, que se encuentra a aproximadamente 620 años luz de la Tierra en la constelación del Camaleón, tiene entre cinco y diez veces la masa de Júpiter. Lo más sorprendente es que ha estado absorbiendo alrededor de 6.000 millones de toneladas de gas y polvo por segundo durante un periodo de dos meses. Este fenómeno ha sido objeto de estudio por un equipo internacional de investigadores que busca entender cómo estos planetas, que no orbitan alrededor de ninguna estrella, se comportan y evolucionan en su infancia.
El coautor principal del estudio, Ray Jayawardhana, rector de la Universidad Johns Hopkins, comentó sobre el descubrimiento: «Hemos captado a este planeta rebelde recién nacido engullendo materia a un ritmo frenético. Su infancia parece ser mucho más turbulenta de lo que habíamos imaginado». Este hallazgo no solo desafía las nociones previas sobre la formación de planetas, sino que también abre nuevas preguntas sobre la naturaleza de los planetas errantes.
### El Proceso de Acreción y su Impacto
El proceso de acreción es fundamental para entender cómo se forman los planetas. En el caso de Cha 1107-7626, se ha observado que está rodeado por un disco de polvo y gas, lo que le permite crecer al acumular material de su entorno. Durante el mes de agosto, la tasa de crecimiento del planeta se disparó, alcanzando niveles nunca antes registrados en un objeto de masa planetaria. Vítor Almendros-Abad, otro de los autores del estudio y astrónomo del Observatorio Astronómico de Palermo, destacó: «Este es el episodio de acreción más fuerte jamás registrado en un objeto de masa planetaria».
Los datos obtenidos del Very Large Telescope (VLT) y del Telescopio Espacial James Webb han sido cruciales para este descubrimiento. Las observaciones revelaron que el campo magnético del planeta juega un papel importante en la canalización de material desde el borde interior del disco. Además, se detectó un cambio en la química del disco durante el periodo de crecimiento acelerado, con la presencia de vapor de agua que no se había observado anteriormente.
Este fenómeno sugiere que la infancia de los planetas errantes podría ser más similar a la de las estrellas que a la de los planetas tradicionales. Jayawardhana expresó su sorpresa al notar que la evolución de estos objetos de masa planetaria puede reflejar procesos que antes se pensaban exclusivos de las estrellas. La investigación plantea la pregunta de si los planetas errantes se forman de manera similar a las estrellas o si son objetos de menor masa expulsados de sus sistemas de origen.
### Implicaciones para la Astronomía y el Futuro de la Investigación
Los hallazgos sobre Cha 1107-7626 tienen implicaciones significativas para la astronomía moderna. La línea entre estrellas y planetas se difumina, lo que invita a los científicos a reconsiderar cómo se clasifican y estudian estos cuerpos celestes. Belinda Damian, coautora del estudio y astrónoma de la Universidad de St. Andrews, comentó: «Este descubrimiento difumina la línea entre estrellas y planetas y nos ofrece un adelanto de los primeros periodos de formación de los planetas errantes».
La dificultad para detectar planetas errantes, que son generalmente débiles y no emiten luz propia, ha sido un obstáculo en la investigación astronómica. Sin embargo, el próximo Extremely Large Telescope (ELT) de la ESO, que se construirá en los cielos más oscuros del mundo, promete cambiar esta situación. Con sus potentes instrumentos y su gigantesco espejo principal, el ELT permitirá a los astrónomos descubrir y estudiar más de estos planetas solitarios, lo que podría proporcionar una comprensión más profunda de su naturaleza y formación.
Amelia Bayo, coautora y astrónoma de la ESO, concluyó: «La idea de que un objeto planetario pueda comportarse como una estrella es asombrosa y nos invita a preguntarnos cómo podrían ser los mundos más allá del nuestro en sus etapas iniciales». Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre los planetas errantes, sino que también plantea nuevas preguntas sobre la formación y evolución de los cuerpos celestes en el universo.