En Bilbao, se ha generado un intenso debate en torno a una manifestación convocada para este viernes en apoyo a los presos de ETA. La Fiscalía ha decidido oponerse a la solicitud de prohibición presentada por varias agrupaciones de víctimas del terrorismo, quienes argumentan que la marcha enaltece el terrorismo y humilla a las víctimas. Este conflicto ha puesto de relieve las tensiones existentes en la sociedad española respecto a la memoria histórica y la reconciliación con el pasado.
La manifestación ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y Dignidad y Justicia, que han denunciado que el evento no solo glorifica a los terroristas, sino que también ignora el sufrimiento de aquellos que han perdido a seres queridos a causa de la violencia. En respuesta a estas preocupaciones, la Fiscalía ha solicitado informes a la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza sobre la marcha, lo que indica la seriedad con la que se está tratando el asunto.
### La postura de la Fiscalía y las víctimas del terrorismo
La Fiscalía ha manifestado su oposición a la prohibición de la marcha, argumentando que no hay suficientes razones para impedirla. Sin embargo, ha instado a las fuerzas de seguridad a mantener una vigilancia estrecha durante el evento, para prevenir cualquier acto que pueda constituir un delito de enaltecimiento del terrorismo o humillación a las víctimas. Esta decisión ha generado reacciones mixtas, con algunos aplaudiendo la defensa de la libertad de expresión y otros criticando la falta de sensibilidad hacia las víctimas del terrorismo.
Dignidad y Justicia ha ido más allá en sus denuncias, señalando que otros actos programados en el marco de la Semana Grande de Bilbao también glorifican a los presos de ETA. Entre estos actos se incluyen un concierto y una comida en honor a los reclusos, lo que ha suscitado aún más indignación entre las víctimas y sus familias. Daniel Portero, autor de una de las denuncias, ha expresado su frustración al ver que se rinde homenaje a quienes han causado tanto dolor, incluyendo a los autores del asesinato de su padre, el fiscal Luis Portero.
### La respuesta de la sociedad y el contexto histórico
La controversia en torno a la manifestación refleja un contexto histórico complejo en España, donde la memoria de la violencia de ETA sigue siendo un tema delicado. A lo largo de los años, la sociedad española ha luchado por encontrar un equilibrio entre la memoria de las víctimas y el derecho a la libertad de expresión. La existencia de actos que celebran a los presos de ETA ha generado un profundo malestar entre quienes han sufrido las consecuencias del terrorismo.
La situación se complica aún más por el hecho de que, a pesar de la disminución de la actividad terrorista, las heridas del pasado siguen abiertas. La falta de consenso sobre cómo abordar la memoria histórica ha llevado a un clima de polarización, donde cada lado defiende su perspectiva con fervor. Esto se manifiesta en la oposición a la marcha, donde las víctimas del terrorismo exigen respeto y reconocimiento por su sufrimiento, mientras que otros defienden el derecho a manifestarse.
La decisión del juez encargado de evaluar la solicitud de prohibición de la marcha será crucial. La expectativa es que su fallo no solo influya en el desarrollo de este evento en particular, sino que también sentará un precedente para futuras manifestaciones relacionadas con el terrorismo y la memoria histórica en España. La vigilancia policial durante la marcha, como ha solicitado la Fiscalía, podría ser un factor determinante para evitar que se produzcan incidentes que agraven aún más las tensiones existentes.
En este contexto, es fundamental que la sociedad española continúe dialogando sobre su pasado, buscando formas de reconciliación que respeten tanto a las víctimas como a los derechos de aquellos que desean expresar sus opiniones. La marcha a favor de los presos de ETA es solo un ejemplo de cómo el pasado sigue influyendo en el presente, y cómo la lucha por la memoria y la justicia continúa siendo un tema candente en el debate público.