En los últimos años, Galicia ha vivido una transformación notable en su modelo cultural y turístico, impulsada en gran medida por la música en vivo. Conciertos y festivales han emergido como pilares fundamentales para el desarrollo económico, la cohesión territorial y la proyección internacional de la región. Este fenómeno no es el resultado de la casualidad, sino de una planificación institucional sostenida en el tiempo, que se basa en la colaboración entre el sector público y privado, así como en un análisis riguroso del impacto económico y social que generan estos eventos.
La música en vivo ha demostrado ser un motor económico potente, y voces clave del ecosistema musical gallego han comenzado a analizar los retos y logros alcanzados en este ámbito. Entre ellos se encuentran figuras como el director de la Axencia de Turismo de Galicia, el CEO de Art Music y la presidenta de AGEM, quienes han compartido sus perspectivas sobre el impacto de la música en la economía local.
### Impacto económico de la música en vivo
Desde la Xunta de Galicia, el balance sobre el impacto económico de la música es optimista. Según el director de la Axencia de Turismo de Galicia, el sector hotelero ha visto un crecimiento de sus ganancias en torno al 7%. En cifras, se estima que casi 500 millones de euros han sido generados por la actividad turística en Galicia, con 160 millones ya contabilizados en lo que va del año. Este crecimiento no se limita al turismo, sino que se extiende a múltiples sectores productivos, incluyendo la hostelería, el transporte, el comercio y la logística.
La inversión pública en el sector ha sido constante y estratégica. Galicia ha sabido especializarse en el ámbito de los patrocinios desde el Xacobeo de 1993, lo que ha permitido ejecutar proyectos con rapidez y eficacia. Esta institucionalización de los patrocinios ha contribuido a crear una estructura ágil que responde a las necesidades del sector musical, facilitando la realización de festivales y conciertos en toda la comunidad.
Uno de los aspectos más destacados de esta política es la descentralización. Se han apoyado festivales en localidades como O Barco y O Bolo, y se prevé que este año se celebren 30 eventos en la provincia de Ourense. Este enfoque ha permitido democratizar el acceso a la cultura, llevando la música a lugares donde antes no había conciertos y, en consecuencia, agotando entradas en estas localidades.
Más allá del impacto turístico, se ha subrayado que estas actividades fortalecen el tejido económico local. Muchos de los promotores de eventos son de la zona, y su negocio depende de la realización de estos conciertos. Así, los beneficios económicos de la música en vivo no solo benefician a grandes empresas, sino que también empoderan a pequeños empresarios y actores locales.
### Desestacionalización y sostenibilidad en la programación musical
La desestacionalización del calendario musical es otro de los objetivos que se han planteado. La idea es que los conciertos no se concentren únicamente en los meses de verano, sino que se distribuyan a lo largo del año. Esto no solo optimiza el uso de recursos, sino que también ofrece oportunidades de empleo más estables. Un ejemplo de esta estrategia es el concierto de Carlos Núñez en el Santuario de As Ermitas, que logró llenar el recinto y demostrar que la combinación de patrimonio cultural y eventos musicales puede atraer visitantes y revitalizar el territorio.
La colaboración entre promotores y universidades para cruzar datos de ocupación hotelera y visitantes es fundamental para diseñar políticas basadas en la evidencia. Este enfoque permite que las políticas culturales evolucionen de manera dinámica y adaptativa, en función de los resultados obtenidos.
El crecimiento del turismo musical en Galicia ha sido exponencial. En 2022, un millón de personas asistieron a eventos patrocinados por la Xunta, cifra que se elevó a dos millones y medio en 2024. Este aumento no solo refleja el interés por la música en vivo, sino que también indica que estos eventos se han convertido en un eje estratégico para el desarrollo económico y territorial de la región.
La experiencia de A Coruña es un claro ejemplo del impacto de estas políticas. Según el concejal de Turismo, el número de visitantes ha incrementado un 24% interanual desde 2022, y solo entre enero y mayo de 2025, se registró un 38% más de visitantes en comparación con el mismo periodo de 2022. Esto demuestra que los eventos musicales no solo benefician a los lugares donde se celebran, sino que también generan una imagen de marca territorial que atrae a más turistas.
El concejal también ha señalado la necesidad de mejorar las infraestructuras para eventos de gran formato, sugiriendo que A Coruña necesita un recinto con capacidad para 35,000 o 40,000 personas. Esto permitiría atraer a artistas internacionales y seguir creciendo sin comprometer la calidad de los eventos. Además, se ha propuesto que los festivales colaboren con las salas de conciertos locales, creando sinergias que beneficien a todo el sector.
Desde la perspectiva empresarial, la presidenta de AGEM ha destacado la profesionalización del sector como uno de los avances más significativos. Tras la pandemia, el sector ha experimentado un proceso de actualización que ha elevado los estándares de calidad y ha permitido competir en mercados nacionales e internacionales. La inversión pública ha demostrado ser eficiente, generando un efecto multiplicador significativo en la actividad económica.
La descentralización y la desestacionalización no son solo conceptos teóricos, sino prácticas que están dando frutos. Las localidades que antes no contaban con oferta cultural ahora reciben los conciertos con entusiasmo, lo que fortalece el sentido de pertenencia y orgullo local. Sin embargo, también se ha enfatizado la importancia de la sostenibilidad en la programación, abogando por una agenda constante que garantice estabilidad en el empleo y mejore las condiciones laborales del sector.
La calidad de la experiencia del público es otro aspecto crucial. Los organizadores de festivales deben cuidar cada detalle desde la llegada del asistente, asegurando que la experiencia no dependa únicamente del cartel de artistas, sino de todos los elementos que conforman el evento. La sostenibilidad también implica distribuir mejor los eventos a lo largo del año, evitando la concentración en los meses de verano, lo que puede comprometer la calidad de la experiencia.
A pesar de los avances, todavía existen desafíos por superar. La falta de tejido para asumir inversiones grandes de forma estable y la necesidad de apoyo específico para trabajadores independientes son cuestiones que requieren atención. La creación de mecanismos que permitan que el talento se quede en la región es fundamental para el crecimiento sostenible del sector.
El posicionamiento de Galicia como un referente en el turismo musical es una realidad. La comunidad ha dejado atrás la idea de que cultura y turismo son compartimentos estancos, trabajando en una planificación conjunta donde la música se convierte en una herramienta para cohesionar el territorio, generar empleo y proyectar la imagen de Galicia al mundo. En este contexto, la música se ha convertido en un símbolo de identidad y orgullo, resonando en cada rincón de la comunidad.