En los últimos años, el precio de los vehículos en Galicia ha experimentado un aumento significativo, especialmente en los modelos de gasolina, que han visto un incremento de más del 92% en la última década. Este aumento desproporcionado contrasta notablemente con el crecimiento de los salarios en la región, que se sitúan en un promedio de 23.250 euros anuales, un incremento que no supera el 30% en el mismo periodo. Esta disparidad plantea serias preguntas sobre la accesibilidad de los automóviles para la población gallega.
El precio medio de un coche a gasolina en Galicia alcanzó los 25.030 euros en junio de 2025, un récord que supera los 23.970 euros del año anterior. Esta tendencia al alza no solo afecta a los coches de gasolina, sino también a los modelos diésel, aunque estos últimos han tenido un aumento más moderado del 18%. La diferencia entre el crecimiento de los precios de los vehículos y el aumento de los salarios es alarmante, ya que los coches nuevos se han encarecido a un ritmo de aproximadamente 1.200 euros anuales, mientras que los salarios solo han crecido en unos 540 euros al año.
La situación se complica aún más al considerar que menos de la mitad de los trabajadores gallegos podrían permitirse la compra de un coche nuevo con su salario anual actual. Hace una década, la situación era diferente: un coche a gasolina costaba alrededor de 13.000 euros, mientras que los salarios superaban los 17.600 euros anuales. Esta evolución ha llevado a que la compra de un vehículo nuevo se convierta en un lujo para muchos, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del mercado automovilístico en la región.
### La Recaudación Fiscal y el Mercado Automovilístico
Entre enero y junio de 2025, Galicia registró 17.715 matriculaciones de vehículos, lo que generó una recaudación de 406 millones de euros. Este monto representa un aumento respecto al mismo periodo del año anterior, que fue de 372,3 millones de euros. Sin embargo, a pesar de este crecimiento en las ventas y los precios, la recaudación por el impuesto de matriculación ha disminuido a 12,6 millones de euros. Esta caída se debe a la mayor eficiencia de los motores, que ha llevado a una reducción en las emisiones de CO2. En junio, las emisiones medias se situaron en 107 gramos por kilómetro, lo que permite a los compradores quedar exentos de este impuesto si sus vehículos emiten menos de 120 gramos.
La combinación de precios en aumento y salarios estancados ha creado un panorama complicado para los consumidores. La mayoría de los gallegos se enfrenta a la difícil decisión de si pueden o no permitirse un coche nuevo. La tendencia de los precios de los vehículos a seguir aumentando, junto con la presión económica que enfrentan los trabajadores, sugiere que el acceso a la movilidad personal podría verse comprometido en los próximos años.
### El Futuro del Mercado Automovilístico en Galicia
El futuro del mercado automovilístico en Galicia dependerá de varios factores, incluyendo la evolución de los precios de los vehículos, la capacidad de los salarios para mantenerse al día con la inflación y las políticas gubernamentales que puedan influir en el sector. La creciente preocupación por el medio ambiente y la transición hacia vehículos más sostenibles también jugarán un papel crucial en la forma en que se desarrollará el mercado en los próximos años.
Con la presión de los precios y la necesidad de adaptarse a un entorno económico cambiante, los fabricantes de automóviles y los concesionarios tendrán que encontrar formas innovadoras de atraer a los consumidores. Esto podría incluir la oferta de financiamiento más accesible, incentivos para la compra de vehículos eléctricos o híbridos, y una mayor transparencia en los precios.
En resumen, la disparidad entre el aumento de precios de los vehículos y el crecimiento de los salarios en Galicia es un tema que merece atención. A medida que los precios continúan aumentando, es fundamental que se implementen estrategias que permitan a los ciudadanos acceder a la movilidad personal sin comprometer su estabilidad financiera. La evolución de este mercado será un reflejo de la salud económica de la región y de la capacidad de sus habitantes para adaptarse a los cambios en el entorno automovilístico.